Horrible experiencia con Lotoman
Como ya he dicho en ocasiones anteriores, no suelo ver películas dominicanas, ya hace mucho tiempo que perdí la paciencia. Pero el pasado sábado casi me obligaron a ver Lotoman un año después de su estreno.
El calificativo de película le queda grande a esta cosa, que no es más que la combinación de una de esas comedias bobas que pasan en el canal 5, más todos los comerciales. Eso sí, me gustaron sus primeros tres minutos, esa parte cuando está comenzando que presenta los créditos junto a esos hermosos escenarios campestres, la camioneta llegando al pueblecito, los niños, momento en donde se aprecia buena fotografía, música correcta. etc., etc. Casi llegué a creer que se trataba de otra película.
El calificativo de película le queda grande a esta cosa, que no es más que la combinación de una de esas comedias bobas que pasan en el canal 5, más todos los comerciales. Eso sí, me gustaron sus primeros tres minutos, esa parte cuando está comenzando que presenta los créditos junto a esos hermosos escenarios campestres, la camioneta llegando al pueblecito, los niños, momento en donde se aprecia buena fotografía, música correcta. etc., etc. Casi llegué a creer que se trataba de otra película.
Pero la felicidad duró poco, lo que se viene después de eso son 140 minutos de tonterías, situaciones ilógicas e incomprensibles, publicidad descarada, prejuicios sociales y raciales, chiste malos, malas actuaciones. ¿Quien le dijo a Alfonso Rodríguez que es actor? Un mono castrado lo hubiese hecho mejor que él. En fin una de las peores películas que se han proyectado en la historia de la Cinemateca.
Increíble leer que esa bobería llevó a más de medio millón de personas al cine, muchas de las cuales tuvo que hacer fila para entrar a la sala. Pero la cosa no termina ahí, cuando salí a la calle lo primero que vi fue una valla anunciando para noviembre la segunda parte de este bodrio insufrible: Lotoman 2.0.
very good!