Dynamo

¿Quién no llegó alguna vez grabar un casette de música? Aunque parezca increíble, había un tiempo en donde no existía Internet, ni los formatos digitales. Hoy en día llevamos miles de canciones en nuestros Ipods, computadoras, celulares, etc, etc., pero antes si querías almacenar tu música preferida debías comprarte un casette, y mantenerte pendiente a la radio, para velozmente presionar los botones de grabar, y detener en el momento justo, todo esto con muuuuuucha paciencia.

Es imposible contabilizar la cantidad de horas que llegué a pasar sentado junto a la radio para grabar mis favoritas. Viéndolo ahora, en 2009, parece una locura, una pérdida de tiempo, pero en aquella época era una de las cosas que más yo disfrutaba. Todavía conservo muchos de esos casettes, el pasado sábado estuve escuchando algunos, es increíble la cantidad de recuerdos que vinieron a mi mente con cada una de esas grabaciones.

Para los nostálgicos, como yo, vamos a recordar algunas de mis experiencias, en esto de grabar cintas de audio.

Lo más incómodo era cuando el locutor, la final o al principio de la canción, se ponía a hablar tonterías, te “dañaba” la canción.

Que pique!!!! cuando la emisora te cortaba la canción porque era larga, por ejemplo “November rain” de Guns and Roses.

Cuando se iba la luz, la canción quedaba la mitad, que drama.

Mi emisora favorita para grabar era la X-102, que era la más rockera, la que ponía música más diversa, pero siempre se grababa bajita, su señal nunca ha sido buena, todavía sigue así. Recuerdo aquellos domingos en los que escuchaba las 30 favoritas, con Wanda Ponds. ¿dónde estará metida esa jeva? También recuerdo el programa de Brian Lucas a las seis de la tarde, ahí era donde se hacían las peticiones románticas para las nenas.


La Nota Diferente siempre ha tenido una señal potente, las canciones siempre quedaban nítida, ahí grabé mucho rock ibérico de grupos como La guardia, Hombres G, Barón Rojo, Héroes del Silencio, El último de la fila.

Me molestaba mucho cuando yo estaba grabando pasara alguien cerca de la antena del radio le hacia daño a la señal y ese sonido, como una ola, se grababa así mismo.

El precio de un casette original rondaba entre los 125 y 160 pesos, toda una fortuna en aquellos tiempos. Algunos que llegué a comprar junto a mi hermano fue Ace of base, The sign; Pearl Jam, Ten; Air Supply, Greatest hits; Nirvana, Nevermind entre otros. Music Box de Plaza Naco era una de las principales tiendas.

Los cassettes pirateados en los puestos callejeros costaban entre 10 y 15 pesos. Vico C, misión la cima; Technotronic; C + C Music Factory, fueron algunos de los que llegué a comprar.


En Escape 88.9 aceptaban peticiones, y te la ponían dos o tres horas después, pero el problema no era ese, sino que si por ejemplo le pedías “Red red wine”, de UB40, te ponían Kingston Town, si le pedias Name, de U2, te ponían One. Que pique, la tarde entera esperando esa petición y luego te ponía otra. Ahh… tenían una programación nocturna exquisita, lo mejor del soft rock.

Casette enredado, que tristeza, eso era como el fin del mundo, una vez me pasó en donde había grabado un especial con Fleetwood Mac, casi lloro.

La mezclas más raras se hacían en los casettes, por ejemplo comenzabas grabando una canción de Milli Vanilli, seguía Rick Astley, luego saltabas a Deep Purple, luego Madonna, Pearl Jam, seguía Enya y luego terminabas con Toque Profundo y como a la cinta le quedaba un poquito de espacio en blanco antes de terminarse, grababas media canción de The Cure.

Habían canciones que se grababan mal y para escucharla había que ajustar el sonido con el rudimentario ecualizador que traían aquellos radios grabadores.

Los casettes que yo más compraba era los BAF y TDK D90, otras marcas eran Memorex, Sony y los Maxell, eso eran bien caros.

Extraño los cassettes, se cogía mucha lucha, pero cada canción la sentías, la vivías, ahora tengo 14GB de música en mi Ipod, pero no es igual, hay canciones que ni siquiera alguna vez la he puesto a sonar, definitivamente no es lo mismo, ya se fue el “romanticismo” como dirían por ahí.