Dynamo

Nunca he creído ser fan de nada, muchas veces incluso el fanatismo me parece estúpido, capaz de hacerte creer que cualquier mierda de tu grupo preferido es excelente.
Gustavo Cerati es mi favorito, pero no soy fan de “Gus” aunque quien me conoce podría decir que si, simplemente creo que es un artista completo, de sobrados méritos, digno de admirar.
Soda Stereo, banda anterior de Cerati, se incrustó en mi corazón hace muchos años, empezó allá por el 94 cuando conocí el “Canción Animal”, y también los anteriores: “Dynamo”, “Signos” y “Doble Vida”, discos que marcaron a mucha gente y toda aquella época.
Luego vino el fabuloso “Sueño Stereo” y para rematar el “Confort y música para volar”, lo que hicieron fue reafirmar mi gusto por esta gran banda. Su música que va muy de acuerdo con la letras de sus canciones, son éstas, las letras las que me dejan a veces pensando cómo hacen para meterse en mi cabeza y poner pedazos de mi mundo en una canción. O cómo hacen para que sienta lo que dicen más allá de las palabras, logran transmitir emociones, te hacen pensar.
Siempre existió la canción perfecta para el momento preciso, para el amor, desamor, manejar, hasta para pegarle a alguien. La canción “Puente”, de su disco “Bocanada”, por varios años se convirtió en un soundtrack para mí y mi pareja en aquel tiempo, durante el concierto del domingo, mientras Cerati la cantaba (a pocos metros de mí) me trajo recuerdos de aquel amor tan bonito, tan productivo y enriquecedor, troncado por las $$$ circunstancias $$$, por la vida, no fue una cosa que se agotara, me quedó por un tiempo como un fantasma. El destino no se equivoca en sus cosas, lo que en un principio pareció una tormenta apocalíptica, al poco tiempo se convirtió en un cielo despejado, en donde, desde entonces, el sol no ha dejado de brillar un solo instante.
La música es todo eso, y sirve para todo, los grupos y temas ya dependen de cada uno, ese feelin' que te da una canción, no sólo maravillosa, sino que además te da ganas de apretar los puños cerrar los ojos y simplemente cantar donde sea que estés, es increíble.
A mi me parece que el fín de la música es eso, transmitir sentimientos, sonará cursi pero así es, como cualquier otro arte, si no transmite, no te mueve, es hueca.
Es algo tan extraño cuando escuchas una canción perfecta y piensas "DIOS!, eso es exactamente lo que me pasa..." o algo así, algo que podríamos haber escrito nosotros mismos (de tener el talento...).
Gustavo Cerati, ha demostrado que para lograr reconocimiento internacional y ganar premios (7 Gardel, 3 Grammy, Premios lo nuestro… etc...etc…) no hay que mover la cintura, tatuarse, ser voluntario de la ONU, grabar con Alejandro Sanz, “preocuparse” por el medio ambiente o regalarle una guitarra a Lula Da Silva.
Larga vida al maestro!!!!