Finalmente
Luego de varios años en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la ex estrella infantil de televisión, Johan M. Acosta se tituló como licenciado en Administración de Empresas, en una tarde que se caracterizó por un desorden absoluto, un acto protocolar interminable y un calor infernal, el mismo calor que sintieron los conquistadores españoles de esta isla cuando en 1492 se asomaron a los abismos de su propia ambición.
La fiesta comenzó el jueves en la bomba de los Mina, y terminó el sábado en la discoteca Mangú, en Bávaro, en una noche de excesos donde pasó de todo. Acosta terminó la celebración compartiendo cama con dos mujeres cuyas identidades no serán reveladas por cuestiones legales. (Mándeme un correo para decirle quiénes fueron).
Según él nos cuenta entre sus próximos proyectos está iniciar una maestría en cualquier universidad que no sea la UASD, terminar de escribir un libro de cuentos de terror para niños, demandar a su ex odontólogo y conocer al político Hipólito Mejia, cuya retórica le inspiró a seguir estudiando.
Durante su estadía en la universidad estatal, “Papo”, como le dicen en su casa, se caracterizó por ser muy responsable, buen compañero, muy tacaño, con poca paciencia y muy honesto. Asimismo demostró habilidad con los números y en los momentos de ocio dejó notar gran debilidad con las pieles oscuras, las camisas color pastel, las bailarinas exóticas, el vodka y las cervezas Light.
Actualmente Acosta se encuentra trabajando en un banco comercial alejado de los medios de comunicación y sin posibilidades de regresar. “Ofertas siempre han habido, a veces muy tentadoras”, comenta con cara de pendejo.
Johan Manuel Acosta Hidalgo fue recogido y traído muy joven de un campo del lejano Sur por su hermana Nidia, en donde vagaba todo el día husmeando la flora y persiguiendo la fauna, viviendo de manera primitiva con la piel curtida e infestado de parásitos. “Para Johan fue un proceso difícil adaptarse a la vida en la civilización”, nos cuenta su elegante, recta e inteligente hermana.
Se destacó durante su adolescencia como conductor de un programa infantil semanal, época en que su adición a las golosinas lo llevó a un sobrepeso vergonzoso que lo hizo entrar a un proceso de autodestrucción sin límites que casi termina con su vida.
Cosas que pasan en nuestra encantadora, colorida y arrebatadora media isla caribeña.
Felicidades a ese nuevo licenciado.
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