Desde Colombia con amor


Ya comenzó el torneo de béisbol invernal y esto es lo mejor que hasta ahora ha mostrado el equipo Las Aguilas Cibaeñas: Las Aguilitas, las bailarinas más sexys del campeonato. Después de eso todo es un desastre en el equipo: No ganan, no hay bateo, no hay pitcheo y una gerencia que no trabajó en la temporada muerta que todo le sale mal. Ya se está haciendo tarde para "ablandar habichuelas", este torneo es muy corto, los fanáticos, los patrocinadores y todo el mundo se está desesperando. ¿Cómo es posible que esto le esté sucediendo al equipo de pelota más exitoso de esta encantadora media isla caribeña?. Que alguien me lo explique.

Vamos a relajarnos y dedicarle a estas hermosas "hembras" este poema de Mario Benedetti.

Si Dios fuera mujer
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.