Dynamo

Charlotte Gainsbourg es una cantante y actriz francesa nacida en Londres en julio de 1971, es hija de Serge Gainsbourg y Jane Birkin, dos de los mayores genios de la música francesa de la década de los 60.
Muchas personas las recordaran como la sufrida esposa de Sean Penn en “21 grams”, o también en “I’m Not There”, la cinta biográfica sobre Bob Dylan, "La science des rêves", con Gael García, o en “Antichrist”, la polémica película de Las Von Trier, eso son sus trabajos en la pantalla más populares, por así decirlo.

Charlotte Gainsbourg bajo la sombra de su padre grabó su primer disco a los 13 años: "Charlotte forever" (1986), veinte años después regresó al mundo musical con ‘5:55′, aquella vez de la mano del productor de Radiohead. A principios de este año publicó su mejor trabajo hasta fecha: IRM, en el que contó con la producción de Beck, el genio californiano del rock alternativo. El resultado: un trabajo interesante, intrigante y variado. Gainsbourg puso la idea, el sentimiento, y Beck logró con la genialidad que lo caracteriza, combinar de forma pulida los diversos y variados géneros musicales que se agrupan en este disco.
Su fuente de inspiración para este disco hacen referencia a las imágenes por resonancia magnética a las que la anglo-francesa se sometió durante el proceso de recuperación de la hemorragia cerebral que sufrió tras un accidente de esquí náutico en 2007. Por eso notamos letras llenas de simbologías referentes a la muerte, a la fragilidad de la vida, exaltando a la vez, la tendencia de la autora de ver las cosas por el lado bueno.

La curiosidad me llevó a comprar este disco, tengo una semana escuchándolo a diario y me parece excelente. La dulce y bella voz femenina de Gainsbour, tanto francés como en ingles, nos susurra y canta a la oreja de una manera tan dulce que conmueve hasta al más tosco de los hombres.
Es un disco de una calidad envidiable, es muy variado, me gusta escucharlo completo, pero particularmente me encantan sobremanera los temas “Le chat du café des artistes”, “Greenwich mean time”, “Me and Jane Doe” y “Heaven can wait”, que para mi gusto es la perla del disco.

Es un álbum muy estimulante, brinda una agradable sensación al escucharlo, lo que transmite es muy relajante y placentero. Ojalá que esta actriz, que por demás tiene una belleza muy particular que me encanta, siga tomando en serio esto de la música y nos siga brindando materiales de calidad.
Altamente recomendable.