Dynamo

El pasado fin de semana fui a ver “Bastardos sin gloria”, la más reciente película de Quentin Tarantino. Admiro el talento y la visión de este director, desde que vi hace muchos años “Pulp Ficction” me enganchó para siempre a su estilo de dirigir y escribir. Un estilo que a muchos les gusta, a otros no, pero lo que es indiscutible es que este señor sabe hacer cine y lo vuelve a demostrar con este film.

La trama
Un pelotón americano que debe exterminar a cuantos nazis puedan durante su ocupación en Francia, al mismo tiempo la película cuenta ti cuenta cómo otros frentes (franceses, británicos y alemanes) llevan a cabo un plan para sabotear un evento al que asistirán las principales autoridades del Tercer Reich, incluyendo al mismísimo Hitler. Narra la historia a través de capítulos, con sucesos que poco a poco conformarán un todo hasta desembocar en un final muy coherente.
Regresa un Tarantino a romper, una vez más, lo políticamente correcto, insolente, alborotador, blasfemo. Coge la Segunda Guerra Mundial, los Nazis y hace lo que le da la gana: una historia alternativa de lo que pudo haber sucedido. ¿Por qué no?, en el universo Tarantino todo está permitido.


Qué primera escena!
La película te engancha desde la primera escena cuando el coronel nazi, Hans Landa, se aparece en una granja francesa en busca de judíos ocultos. La tensión, el suspenso, la expectativa, el terror psicológico, la música, los silencios, las miradas, es una de las mejores secuencias que ha hecho Tarantino en su carrera.
Los diálogos que contribuyen a la construcción de los fascinantes personajes, son amenamente largos, envenenados, infectados, hirientes, perversos y afilados que terminan en un clímax de violencia descomunal y con un humor que le da frescura al film en agunas escenas. Los diálogos son el sello de director, que nadie me diga que son extensos y que no llevan a nada.

Excelente interpretación
Chistoph Waltz interpreta magistralmente el coronel nazi endiabladamente perspicaz, malo y condenadamente locuaz, encarnación de la cultura a la disposición del mal. Eclipsando a todos, hasta el propio Brad Pitt cuya interpretación, con todo y su acento sureño, me parece muy exagerada, lo sentí simplemente como un anzuelo para enganchar al público joven.


“Inglorouriosu basters” es una de la películas más interesantes y audaces en los últimos años, es un equilibrio perfecto entre el cine clásico y las películas serie b. Humor negro, violencia al límite, referencias a la cultura pop, todo un banquete cinematográfico. Me pareció barato, dar RD$170 a cambio de 153 minutos de acción, tensión, violencia, sadismo y humor.
La recomiendo con mucha confianza, es una película obligatoria.

PD: Mucho ojo a la actriz Mélanie Laurent, que mujer más bella... y quien bien actúa.