Apreciación vs. Despreciación
No hay dudas de que el arte es algo subjetivo, todavía no existe una definición universalmente aceptada, para unos es asunto de sensaciones, para otros de belleza.
Lo cierto es que el arte estimula los sentidos, nos inquieta, nos pone a saltar; el arte ha de ser algo artificial, un proceso creativo.
Independientemente de que el arte sea algo subjetivo, debemos tener respeto por los artistas y hacia el arte en sí, por ahí anda gente opinando de todo, muchas veces sin conocimiento.
Tenemos que conocer nuestras limitaciones y ponernos en nuestro lugar, por ejemplo: una persona que en su vida ha leído medianamente a Juan Salvador Gaviota, Rinoceronte o Juventud en Éxtasis, nunca va a entender a escritores como José Saramago o Gunter Grass.
Una chica que vive en Villa Mella (Con tu permiso Noelia) acostumbrada a escuchar a Marco Antonio Solis, nunca va a entender las metáforas de Juan Luis Guerra, las canciones de Gustavo Cerati y mucho menos la música clásica, a cual le llaman “música de muertos”.
Alguien que se apresta a hacer un óleo, no se puede dar una hartura de víveres antes de comenzar, terminará dibujando casitas y carritos de policía.
Una persona que está acostumbrada a ver películas de Van Damme y Arnold Schwarzenegger no podrá comprender nunca el cine de Quentin Tarantino, por no mencionar a Francois Truffaut ni a Almodóvar.
Una vez fui a la Cinemateca a ver Pulp Ficction, de Tarantino, pude notar que durante la película la jeva que me acompañaba lucía inquieta y en ocasiones me miraba, como esperando algún comentario de mi parte. A la salida, la hermosa chica me dice que la película no le gustó nada porque algunos actores los mataban y luego aparecían vivos. (¡¡¡¡¡¡¡ !!!!!!!!)
Antes de hacer una crítica de una película clásica debemos remontarnos en la época en que fue filmada, en cuál coyuntura de la historia se ubica. Por ejemplo, hoy día las películas de vaqueros, protagonizadas hace años por John Wayne, nos pueden parecer malas, tontas, disparatas, pero en aquel tiempo marcaron todo una época en muchos aspectos: formas de rodar, personajes, vestimenta, el estilo western, musicalizacion, etc. Contrario a eso, hay películas clásicas que no envejecen, en otro articulo hablaré sobre eso.
A la hora de criticar algo, lo primero que tenemos que tomar en cuenta es quién hace la crítica. Vivimos en un país que posee medios de comunicación lleno de “expertos”, que a través de los llamados “talk shows”, te opinan de todo: medicina, deportes, política, religión, literatura, cine, música y hasta de astronomía, dicen que los dominicanos somos así, pero eso no puede quedar en una simple justificación, lo triste es que a diario nos vemos arropados de información distorsionada y ya uno no sabe en quién creer.
Ayer en la mañana mientras surfeaba en la radio buscando buena música, pude escuchar en una estación a un “comunicador” diciendo que el cine clásico es muy aburrido porque es para viejos y que el rock es para satánicos.
Lo cierto es que el arte estimula los sentidos, nos inquieta, nos pone a saltar; el arte ha de ser algo artificial, un proceso creativo.
Independientemente de que el arte sea algo subjetivo, debemos tener respeto por los artistas y hacia el arte en sí, por ahí anda gente opinando de todo, muchas veces sin conocimiento.
Tenemos que conocer nuestras limitaciones y ponernos en nuestro lugar, por ejemplo: una persona que en su vida ha leído medianamente a Juan Salvador Gaviota, Rinoceronte o Juventud en Éxtasis, nunca va a entender a escritores como José Saramago o Gunter Grass.
Una chica que vive en Villa Mella (Con tu permiso Noelia) acostumbrada a escuchar a Marco Antonio Solis, nunca va a entender las metáforas de Juan Luis Guerra, las canciones de Gustavo Cerati y mucho menos la música clásica, a cual le llaman “música de muertos”.
Alguien que se apresta a hacer un óleo, no se puede dar una hartura de víveres antes de comenzar, terminará dibujando casitas y carritos de policía.
Una persona que está acostumbrada a ver películas de Van Damme y Arnold Schwarzenegger no podrá comprender nunca el cine de Quentin Tarantino, por no mencionar a Francois Truffaut ni a Almodóvar.
Una vez fui a la Cinemateca a ver Pulp Ficction, de Tarantino, pude notar que durante la película la jeva que me acompañaba lucía inquieta y en ocasiones me miraba, como esperando algún comentario de mi parte. A la salida, la hermosa chica me dice que la película no le gustó nada porque algunos actores los mataban y luego aparecían vivos. (¡¡¡¡¡¡¡ !!!!!!!!)
Antes de hacer una crítica de una película clásica debemos remontarnos en la época en que fue filmada, en cuál coyuntura de la historia se ubica. Por ejemplo, hoy día las películas de vaqueros, protagonizadas hace años por John Wayne, nos pueden parecer malas, tontas, disparatas, pero en aquel tiempo marcaron todo una época en muchos aspectos: formas de rodar, personajes, vestimenta, el estilo western, musicalizacion, etc. Contrario a eso, hay películas clásicas que no envejecen, en otro articulo hablaré sobre eso.
A la hora de criticar algo, lo primero que tenemos que tomar en cuenta es quién hace la crítica. Vivimos en un país que posee medios de comunicación lleno de “expertos”, que a través de los llamados “talk shows”, te opinan de todo: medicina, deportes, política, religión, literatura, cine, música y hasta de astronomía, dicen que los dominicanos somos así, pero eso no puede quedar en una simple justificación, lo triste es que a diario nos vemos arropados de información distorsionada y ya uno no sabe en quién creer.
Ayer en la mañana mientras surfeaba en la radio buscando buena música, pude escuchar en una estación a un “comunicador” diciendo que el cine clásico es muy aburrido porque es para viejos y que el rock es para satánicos.
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